Pasajeros no deseados.
Pasaporte: OK. Seguro médico: OK Maletas empacadas: OK. Tiene todo listo para embarcarse en ese viaje de negocios y comenzar el trabajo de sus sueños o unas muy merecidas vacaciones en el extranjero.
Sin embargo, nunca es demasiado a la hora de tomar cuidados. Entre todos los acontecimientos imprevistos que insisten en suceder en cada viaje, es necesario reconocer a esos compañeros que viajan sin invitación y deciden aparecer en el momento menos esperado: las llamadas enfermedades de viajes. Estas son las más comunes:
Disentería: es también conocida como "la venganza de Moctezuma'' y otros nombres tan desagradables como sus síntomas. Pero tiene que creer una cosa: no es nada personal. El pasajero está deshidratado desde el momento en que pone un pie en el avión, debe lidiar con una calidad diferente de aire y humedad y consumir alimentos que raramente formarían parte de su dieta cotidiana. Las bacterias "extranjeras", para las cuales el cuerpo aún no tiene defensas naturales, también deciden atacar. ¿Qué hay que hacer? Tener cuidado con lo que come y bebe, y mantenerse hidratado en todo momento.
Fiebre del dengue: es común en América del Sur, África y el Pacífico Sur. La picadura del mosquito Aëdes aegypti produce fiebre, fuertes dolores de cabeza, fatiga y náuseas. En este caso, el mejor tratamiento es guardar reposo y beber mucha agua. Otro consejo importante es no tomar ningún medicamento a base de ácido acetilsalicílico.
Malaria: también transmitida por un mosquito (Anopheles), esta enfermedad es casi un estigma en los países en vías de desarrollo de África, Asia y América del Sur. Los principales síntomas son fiebre, escalofríos, náuseas, dolores de cabeza, fatiga e incluso hemorragias. El tratamiento se realiza con medicación específica y una sustancia llamada quinina.
Hepatitis A: esta es una de las enfermedades más comunes que se transmiten por alimentos mal cocidos o agua contaminada, falta de higiene y relaciones sin protección. En este caso, la mejor opción es la prevención: vacunarse antes del viaje y asegurarse de que los alimentos y bebidas que consuman estén limpios.
Fiebre amarilla: es otra enfermedad transmitida por un mosquito en América del sur y África subsahariana. Los síntomas son también similares a los que presentan el dengue y el paludismo: fiebre, fatiga, náuseas y hemorragia, además de un color amarillento en la piel. El mejor tratamiento es descansar e hidratarse en todo momento.
Fiebre tifoidea: esta enfermedad también ataca en los países en vías de desarrollo y se transmite por alimentos y agua contaminados. La persona afectada presenta fiebre, malestar, pérdida de apetito y tos seca. Otros síntomas son hinchazón del bazo y una erupción en todo el cuerpo. El tratamiento se realiza con antibióticos, mucha agua y reposo.
Para evitar estas enfermedades – que al no tratarse pueden convertirse en afecciones más graves – es necesario tener cuidado con todo lo que se come y bebe durante su viaje y también llevar un kit de viaje con los medicamentos que toma habitualmente. Sin embargo, cuando se trata de la salud, la prevención es la mejor medicina.
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